sábado, 31 de octubre de 2009

La Guitarra de mi viejo PARTE DOS


Como les comenté en la PARTE UNO, mi papá le compuso a mi mamá una canción que refleja nuestra vida en Villa Gesell, una canción llena de amor y sentimiento, le dejo un fragmento.

María de Enero

"Por la calle triste de invierno en la Villa,
austera, sencilla, dolida de amor,
te hundes María en sueños de arena
pensando en enero, de un tiempo mejor.

Caricias de viento, te hielan los ojos
diea lágrimas grises sabiendo a rencor,
ruedan por tu cara y te rozan los labios.
caen por tu pena sembrando dolor.

Llevas de la mano a una inquieta niña
fruto de un enero de un tiempo mejor,
la cubres de besos, la retas, la alíneas,
le das en segundos tu vida en amor.

Bien sabes María que quien aquí canta,
te ha dado su vida, su sueño y su amor,
que pasa las noches rogándole al cielo,
vuelva aquel enero del tiempo mejor,
mientras te contempla, dormida abrazada
a la niña inquieta que nos mandó Dios."

Todos los momentos más trascendentes de mi infancia están asociados a la guitarra de mi viejo, a sus canciones. Cuando tenía 5 años, vivíamos en una pensión en Callao y Corrientes. Yo iba a una guardería que se llama "La Pata Cata" que queda en Montevideo y Córdoba. (Capital)En la guardería todas mis compañeritas tenían hermanitos y yo no, y eso se convirtió en un reclamo permanente. Tanto reclamé que finalmente mamá quedó embarazada, pero reclamé con tanta fuerza que no sólo venía el varón, sino que venía con compañera, eran mellizos. Cuando faltaban pocos meses para el nacimimiento, a Papá le surge una gran oportunidad, una gira de 6 meses por Latinoamérica, que dada nuestra situación económica, no podía rechazar. Aunque parezca mentira, yo recuerdo un instante anterior a su partida, tomó su guitarra y me cantó todas las canciones que más me gustaban para que lo recuerde siempre: "Yo tenía una orquesta", "Cecilia es", entre otras, me pidió que me porte bien, que cuide a mamá y a mi hermano o hermana por nacer (se fue sin saber que eran mellizos), me dio un beso en la frente y con su guitarra se fue...
La casa se quedó sin música, y cuantos más días pasaban más entendía que él no estaba. Fueron meses muy difíciles para mí, sin papá, con mamá embarazada de mellizos que casi no podía jugar conmigo, sin música, sin guitarra....

Pero así es la música, pronto les seguiré contando.

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